Mientras se alargan las semanas de confinamiento en casa y teletrabajo, muchas personas deben enfrentarse a un cambio diametral en sus rutinas, en sus formas de trabajar y en su relación con el hogar y sus familias. Esto muchas veces incluye sumar responsabilidades, tener que manejar mejor distintos tipos de distracciones y conflictos, y también sentirse menos productivo o eficiente en la «oficina».

Para Erika Villavicencio, coordinadora de Psicología Organizacional de la facultad de Psicología de la UNAM, el trabajo a distancia es una modalidad que requiere amplia responsabilidad tanto de líderes como de los empleados para entregar en tiempo y forma. Villavicencio considera que el cambio de ambiente puede generar emociones diferentes en cada individuo. Estos dependerán de los rasgos de personalidad y las condiciones físicas, mentales, del contexto familiar, laboral y económico en que se encuentre.

A los diversos retos que conlleva el trabajo remoto hay que sumarle ahora lograr ser productivo y mantener la concentración aunque haya niños alrededor, que también toman clases en línea y demandan atención o si no se logra tener un descanso reparador por las noches. De hecho, esa fue una de las principales preocupaciones de los CIO en la mesa redonda organizada por Netmedia hace unas semanas.